domingo, 24 de octubre de 2010

La primera vez

No es lo que os pensáis. Y no deberíais pensarlo. No es eso. Pienso en otra cosa. En algo mucho más importante. Que recuerdo. Que no puedo olvidar. No sé si a vosotros os pasa lo mismo. Si a alguien le pasa lo mismo. ¿Sí? Entonces mucho mejor. Recuerdo. Recuerdo la primera vez que me cogieron la mano. Recuerdo la sensación de extrañeza placentera. La piel de gallina. El calor. La suavidad. Recuerdo una mano junta a la otra. Era agradable. Siempre es agradable. No siempre. También recuerdo el repelús. El rechazo inicial. Las ganas de huir. Tenía la sensación de que había perdido algo, algo, algo como la intimidad, que ya no era yo. Había sido invadida. Ya no era yo. Había otra persona ahí. Ya nunca volvería a ser yo sola. Ya nunca más volvería a estar sola. Aunque quisiera. Aunque quisiera estar sola. Se había roto una barrera. Estaba rota. El invasor había cruzado las puertas. Las puertas que le había abierto yo misma. Y nunca, nunca jamás podría volver a cerrarlas. Quedarían abiertas. Fue la primera vez. Siempre de par en par, de par en par. Todas las veces. Abiertas. Era agradable. Es peligroso.

lunes, 11 de octubre de 2010

... y nosotras no sabemos lo que queremos...

Tenemos que reconocerlo. Lo reconozco. Reconocedlo. No sabemos lo que queremos. No sabemos lo que queremos. Andamos extraviadas. Perdidas. A ratos seguras. Sí. Después inseguras. Perdidas. Salvadas. Perdidas. Salvadas. Perdida. No sé cuándo salvada. No sabemos quién ha de ser él. O quién es ella. ¿Será él el hombre buscado? ¿O será ella? No sabemos si buscamos al padre, a un hermano mayor, un amigo, un amante. ¿El amor platónico de la infancia? Cuántas veces. Cuántas veces no habremos oído: "No es lo bastante hombre para mí". Y cuando era bastante hombre, entonces, sí, entonces, esto funciona así, se oía otra cosa: "No tienes ninguna sensibilidad". ¿En qué quedamos? ¿Con cuál nos quedamos? Quizá el amigo no debería ser el amante. Y, a la inversa. A la inversa, el amante no debería ser amigo. No sé si es la solución. No solucionaría nada. Ellos no saben quiénes somos. Ellas no saben lo que quieren. Yo tampoco. O sí, espera, sí. No lo quiero a él. No puedo quererle ya. Seguro. Salvada.

domingo, 3 de octubre de 2010

Nosotras no somos quienes pensáis que somos...

Siempre lo mismo. Lo mismo. Ellos siempre creen que somos la que no somos. Nunca. Nunca se conforman con vernos tal cual somos. No. No somos bastante. Siempre somos como otra. Siempre están buscando a otra. Puede ser la madre. Puede ser la pareja de una relación anterior frustrada. Puede ser una mujer ideal que nunca han visto. Siempre están buscando a quien colgar su frustración, inmadurez o incapacidad. Tú no eras diferente. Tú no eres diferente. ¿Cómo ibas a serlo? Sería un milagro. ¿Quién era? ¿Era tu madre? ¿Era la que no pudiste tener? ¿Era el tránsito a algo mejor? ¿La sustituta? No. No era nada de eso en realidad. Pero eso parecía por tu comportamiento. Todo lo que hacías sonaba a pasado. A hábitos del pasado. Así fue como todo acabó nada más comenzar. ¿Cómo iba a empezar si no estabas conmigo? No estabas conmigo. Era un fantasma. No sé ni sabré con quién estabas. Conmigo seguro que no.

sábado, 2 de octubre de 2010

Mi hombro derecho...

,,, o ¿será el izquierdo?