domingo, 24 de octubre de 2010

La primera vez

No es lo que os pensáis. Y no deberíais pensarlo. No es eso. Pienso en otra cosa. En algo mucho más importante. Que recuerdo. Que no puedo olvidar. No sé si a vosotros os pasa lo mismo. Si a alguien le pasa lo mismo. ¿Sí? Entonces mucho mejor. Recuerdo. Recuerdo la primera vez que me cogieron la mano. Recuerdo la sensación de extrañeza placentera. La piel de gallina. El calor. La suavidad. Recuerdo una mano junta a la otra. Era agradable. Siempre es agradable. No siempre. También recuerdo el repelús. El rechazo inicial. Las ganas de huir. Tenía la sensación de que había perdido algo, algo, algo como la intimidad, que ya no era yo. Había sido invadida. Ya no era yo. Había otra persona ahí. Ya nunca volvería a ser yo sola. Ya nunca más volvería a estar sola. Aunque quisiera. Aunque quisiera estar sola. Se había roto una barrera. Estaba rota. El invasor había cruzado las puertas. Las puertas que le había abierto yo misma. Y nunca, nunca jamás podría volver a cerrarlas. Quedarían abiertas. Fue la primera vez. Siempre de par en par, de par en par. Todas las veces. Abiertas. Era agradable. Es peligroso.

1 comentario:

  1. me gustan tus palabras.... están llenas de ternura, sobre todo cuando describes esos maravillosos instantes en que a uno o a una le agarran la mano por primera vez.... y esa sensación que describes de peligro....perdona mi osadía ..es la "primera vez" que entro en este blog.. pero tus palabras son muy seductoras y agradables (encantadoras mejor) y poseen una sinceridad maravillosa.... sigo un rato por tu blog....

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